Segunda temporada en Los Angeles Lakers para un LeBron James que ya enfrenta una nueva campaña en la NBA a sus 34 años pero con hambre no solo de títulos, sino de conseguir superarse a sí mismo y los récords que, si va todo bien, podría conseguir en 2019-20. Algunas de las facetas más destacables en las que el alero podría seguir dejando huella con un ritmo similar al del año pasado podrían ser las siguientes:
Minutos: Actualmente el de Akron es decimoquinto en la clasificación con más de 46.000 minutos jugados en temporada regular, aunque se sitúa como número 1 en minutos disputados durante la postemporada con más de 10.000. Aun así, el año pasado no superó los 2.000, aunque cabe decir que no fue la temporada idónea. Si todo transcurre según lo previsto, debería superar ampliamente al séptimo clasificado y situarse a la altura de jugadores como Ray Allen, John Stockton, Tim Duncan, John Havlicek, Kobe Bryant, Reggie Miller, Gary Payton o Wilt Chamberlain.
Triples: Es verdad que la temporada pasada LeBron registró su récord personal de tiros de tres intentados por encuentro (5,9), algo que le llevó a promediar dos triples por partido. Si todo continúa así y tiene que volver a ser aquel jugador de Miami Heat que hacía daño desde el exterior podría pasar del décimonoveno puesto al número 14º, a la altura de Peja Stojakovic, Rashard Lewis, Kobe Bryant, Chauncey Billups y Klay Thompson, este último está en activo pero se perderá gran parte de la temporada por una LCA.
Fuera ya de esas estadísticas, hay dos en las que podría quedarse muy cerca del top como son asistencias y puntos. Respecto a la primera podría pasar del 10º puesto al 7º, algo que supondría pasar en el ránking a Gary Payton y a Isiah Thomas, no está nada mal. Pero si en algo destaca es en el segundo aspecto. Si todo va como se espera, James conseguirá avanzar un puesto y quedarse en el tercer lugar, solo superado por Jabbar y Karl Malone, dos jugadores a los que probáblemente podrá superar si se mantiene en la élite y se cuida como ya hace actualmente. Parece que no hay límites para un jugador etérnamente cuestionado por su comparación con Michael Jordan.