James Harden, fue demandado por un hombre que dijo que el jugador le mintió sobre el uso de una mansión valorada en $30 millones ubicada en Beverly Hills para vacacionar, alegando que “la barba” convirtió su lugar en una “fiesta salvaje”.
George Santopietro, quien es dueño de una propiedad de 14.500 pies cuadrados, 8 habitaciones, 10 baños, gimnasio, spa, bodega, piscina dijo que todas sus cosas fueron convertidas en una verdadera locura por el jugador de la NBA y sus amigos.
Además, el hombre afirmó que Harden firmó un contrato para usar la casa como alquiler de vacaciones durante 1 semana y “no podía tener a más de 7 adultos en las instalaciones al mismo tiempo y que una reunión más grande se consideraría una “fiesta” para lo que cobra $150.000 por grandes eventos.
Harden debe pagar al menos $300.000 para cubrir la tarifa habitual por el servicio de fiesta.