Si un jugador induce a otro jugador a exigir un intercambio, se considerará manipulación según las pautas oficiales de manipulación.
Ese fue uno de los puntos clave en un memorando enviado por la liga a todos los equipos con respecto a las nuevas reglas diseñadas para reducir la manipulación. La Junta de Gobernadores de la liga hace una semana aprobó por unanimidad nuevas medidas contra la manipulación.
El ejemplo más notable de un jugador que instó a otro jugador a exigir un intercambio famoso llegó este verano, cuando Kawhi Leonard presionó para que Paul George fuera cambiado a los Clippers como requisito previo para firmar con ellos como agente libre.
Otro elemento interesante en la nota, según Charania, afirma que los comentarios aislados de un funcionario del equipo que alaba a otro jugador ya no se considerarán una violación. Los entrenadores y los ejecutivos de la oficina central se mostraron cada vez más reacios a hacer comentarios positivos sobre un jugador estrella por temor a que la liga los castigara. Ese ya no es el caso mientras no se excedan.
Una propuesta controvertida también tiene que ser refinada. La liga no confiscará teléfonos o computadoras durante sus cinco auditorías aleatorias. El comisionado Adam Silver había dudado en tomar tales medidas. “Ninguno de nosotros quiere que la gente revise sus comunicaciones personales”, dijo Silver. Las auditorías aleatorias incluyen un puñado de comunicaciones de un equipo con otras oficinas, jugadores y agentes.
Se creará una nueva línea directa para permitir que los equipos y otras personas con información denuncien anónimamente posibles violaciones.
Aunque ahora se puede multar a los equipos con hasta $10 millones en casos de manipulación “atroces”, Silver también ha dicho que suspender a los ejecutivos, quitarles las selecciones de reclutamiento de los equipos e incluso anular contratos son todas las posibilidades en caso de una violación de manipulación.