En un extenso artículo de Dave McMenamin en ESPN, donde repasan los últimos meses en la vida de Anthony Davis, un personaje tiene un protagonismo casi idéntico que el del flamante nuevo jugador de los Lakers. Se trata de Rich Paul, agente de jugadores y cuya agencia, Klutch Sports, ha ganado un poder tremendo en la NBA con la incorporación de muchas de las estrellas de la Liga a su nómina. Entre ellas el ala-pívot, que llegó en verano de 2018 con la intermediación de un actor inesperado en toda esta historia: Kendrick Perkins.
El ex jugador coincidió con Davis en Nueva Orleans en 2015 y su relación cuajó de inmediato. Cenaban juntos frecuentemente y a la joven estrella le gustaba que el veterano pívot le contase cosas de LeBron James, detalles sobre cómo era, cómo entrenaba y cómo jugaba. Davis siempre se ha declarado un gran admirador del El Rey. Y quién mejor que Perkins, que coincidió con él en los Cavaliers, para descubrirle todos esos detalles que seguro le servirán ahora para cimentar más rápidamente la relación dentro del campo.
Pero estábamos con Perkins y su papel en la el cambio de representación de Anthony Davis, un movimiento que a la postre fue crucial para su llegada a Los Ángeles. Él fue quien le dijo que valorase la opción de Clutch Sports cuando pensó en cambiar de agencia hace poco más de un año: “Pensé que era lo mejor para AD. Pensé que necesitaba estar cerca de ese tipo de grandeza”, explica el ex jugador en el artículo. A partir de ahí todo fueron movimientos, algunos más importantes que otros, pero con un único objetivo: que Anthony Davis acabase vistiendo de púrpura y oro. Cuando no se logró en febrero, tras la negativa de los Pelicans al traspaso, muchos pensaron que los Lakers habían perdido su mejor baza en favor de los Celtics, que en junio aparecían con muchas más piezas con las que convencer a la franquicia de Luisiana. Pero Paul tenía la hoja de ruta bien pensada.
Paul fue muy claro con los de Boston. Si fichaban a Davis sólo estaría un año allí. “Lo último que quieres hacer es poner a un general manager en una situación en la que intercambie unos activos por un tipo que va a salir por la puerta en la primera ocasión que tenga. No puedes hacer negocios de esa manera, así que no fue una conversación difícil tener”, explica el agente. Aún así cree que Ainge nunca perdió la esperanza de hacerse con Davis, pero sí que hizo mella en su futura oferta: “No creo que haya impedido que Danny Ainge lo intentase. Simplemente le hice ver que quizá no tendría el trato que quería. No estaba dispuesto a renunciar a sus jugadores jóvenes, de lo cual no le culpo. Yo tampoco los dejaría ir si el tipo por el que los voy a cambiar no va a volver a firmar conmigo”.
David Griffin, el nuevo general manager de los Pelicans y el encargado de cambiar la opinión de la franquicia en favor del acuerdo con los Lakers, no tiene más que palabras de alabanza hacia Paul por cómo logró que las cosas acabasen donde han acabado: “Rich había hecho un trabajo tan efectivo al eliminar toda la competencia que tenían los Lakers, que nos quedamos con la sensación de que el mejor trato probablemente vendría de ellos”.
Rich Paul siempre supo lo que tenía entre manos mejor que nadie. El deseo de su nuevo representado le hizo trabajar a conciencia para llevarle a California costase lo que costase. Para Paul no se trataba de una negociación más porque no estamos hablando de un jugador más. Para él, se trata de alguien único. “Tiene tanto talento como cualquiera que haya jugado a este deporte. 2,08, mete triples, bloquea tiros…. Creo que es uno de los mejores grandes pasadores de la Liga y eso es, en mi opinión, lo que le hace diferente de Giannis. Si pones a Anthony Davis en los Bucks del año pasado habrían jugando las Finales. Él sabe cómo hacer mejores a sus compañeros. Eso no es una crítica a Giannis, pero eso es lo que creo”.