Nada terminó de la forma esperada para los Boston Celtics hace un año. La temporada de Jayson Tatum no fue la excepción.
Los Celtics comenzaron la temporada como uno de los favoritos para clasificar a las Finales de la NBA, en parte debido a que se esperaba que Tatum, quien tuvo desempeño brillante en la postemporada como novato, diera un salto importante en su nivel. Por el contrario, los Celtics cayeron por un precipicio, al igual que el progreso de Tatum.
Cuando el entrenador asistente de los Celtics Jay Larrañaga conversó con Tatum antes del inicio de la venidera temporada, le indicó que toda la mala experiencia del año pasado había quedado atrás.
“Hice un pacto con él, en el día antes de comenzar el campamento de entrenamiento, en el cual nos comprometimos a no discutir en lo absoluto lo ocurrido el año pasado”, indicó Larrañaga la semana pasada a ESPN. “Este es mi primer año trabajando con él y por eso, simplemente le dije: ‘Estamos arrancando en este punto, haciendo lo que sabemos está bien, jugando de forma correcta y trabajando de forma correcta”.
Tatum inició ese proceso por sí mismo, prácticamente tan pronto como terminó la zafra anterior. Ahora los Celtics aspiran ver una versión mejorada de su joven alero: una que se aproxime mucho más a lo que se requiere en la NBA de hoy.
Entre todas las cosas que salieron mal para los Celtics en la temporada anterior, hubo un elemento que quedó muy claro: Tatum no se vio del todo bien.
“(Estaba) dificultando mi juego, probablemente mucho más de lo que debía”, expresó Tatum la semana pasada.
Hacía drible hasta llegar a intentos de cestas a rango medio sumamente difíciles, incluyendo los fadeaways. Estas eran cestas con las cuales Kobe Bryant, quien trabajó con Tatum durante el verano de 2018, se ganaba la vida intentando… y anotando. Pero desde entonces, la NBA ha evolucionado hasta convertirse en una liga híper enfocada en las cestas frente al aro y más allá del arco. El año pasado, Tatum no intentó esta clase de cestas en cantidades suficientes.
Entre los 96 jugadores que intentaron un mínimo de 100 jugadas en aislamiento directo en la temporada anterior, según la data de Second Spectrum, Tatum se hundió en el sótano en eficiencia, con promedio de .70 puntos por jugada.
A pesar de esas dificultades, Tatum estaba haciendo más aislamientos en comparación a sus cifras de novato (pasando de 2.89 jugadas de aislamiento por partido a 3.25, según Second Spectrum) y acercándose menosal aro (6.47 contra 5.76).
“El año pasado fue algo extraño en todos los aspectos”, expresa Tatum. “Lo entiendo bien. Lo reconozco y simplemente, estoy intentando mejorar este año”.
Sus dificultades le dieron a Tatum una visión clara de lo que éste necesitaba hacer para llevar su juego a otro nivel.
“Concentrarse en acercarse mucho más a la cesta”, indicó Tatum. “Encestar mayor cantidad de triples, y bandejas, y tiros libres”.
Durante este verano, el entrenador de Tatum, Drew Hanlen, sometió al jugador al mismo programa que éste había utilizado con Bradley Beal a principios de la carrera de este último. El alero de los Wizards fue reconocido en dos ocasiones como All-Star, después de evitar las cestas en salto largas para 2 puntos y concentrarse en hacer disparos más eficientes.
Con el fin de enfatizar su intención, Hanlen envió un mensaje de texto a Tatum, analizando con detalle cómo su dieta de cestas contrastaba sustancialmente con algunos de los encestadores perimetrales de elite en la NBA: LeBron James, Kawhi Leonard, Kevin Durant, Paul George y Devin Booker. Todos ellos intentaron cifras significativamente superiores a los promedios de Tatum, con 2.9 tiros libres y 3.9 triples por partido.
“Básicamente le dije: ‘Si tú apenas conviertes seis tiros libres por partido y seis triples por partido con los mismos porcentajes de la temporada pasada, entonces aumentarás tu promedio (de anotación) de 15.7 a 20.7”, dijo Hanlen.
“Eso te convertirá en All-Star”.
Con esos conocimientos presentes, dividieron el proceso en seis partes:
Utilización de estadísticas para mostrar cómo se compara Tatum con los mejores jugadores, además de entender dónde necesita hacer mejoras.
Analizar videos para ver cuándo éste desechaba oportunidades de triples abiertos u oportunidades de incursión, para conformarse con driblar hasta intentar cestas largas de 2 puntos.
Creación de mayor separación para intentar triples.
Trabajar en sus destrezas de dribles para incorporar ciertas mañanas y movimientos de vacilación, para así tener mayores opciones para superar a los defensores rivales.
Practicar su incursión mediante contacto y remate por encima de defensores contrarios frente al aro.
Ejecución de rutinas diseñadas para incrementar la habilidad de creación de Tatum.
Aparte de ese trabajo con sus destrezas, gran parte de la mejoría que Tatum llegue a experimentar esta temporada dependerá de dos cosas: pensar menos y tomar lo que la defensa le entregue.
Prácticamente, todas las personas que hablaron con respecto al juego de Tatum en la temporada anterior, incluyendo al propio jugador, expresaron que éste pensaba demasiado o no tomaba decisiones con suficiente rapidez.
“Simplemente, necesitamos que él salga a la cancha y juegue”, indicó Marcus Smart. “Si tienes una oportunidad abierta para encestar, dispara. No te pongas a forzar las cosas”.
“Una de sus ventajas es lo inteligente que es”, afirmó Larrañaga. “Él puede tomar decisiones más rápido que el jugador promedio. Cuando logra desacelerar y juega más lento, no está utilizando una de sus fortalezas más importantes”.
Ese fue un punto que Tatum enfatizó este verano con el técnico de la selección de baloncesto de Estados Unidos Gregg Popovich, conocido por predicar el sistema de .5 segundos, lo cual significa que los jugadores tienen apenas la mitad de un segundo para disparar, penetrar o pasar después de atrapar el balón.
A pesar de que la participación de Tatum en el Mundial FIBA celebrado en China terminó de forma prematura debido a una lesión de tobillos, mostró progresos en los cambios de su juego. Eso se pudo ver en el partido inaugural de la pretemporada de los Celtics, cuando éste intentó ocho triples y convirtió ocho tiros libres, anotando 20 puntos en apenas 23 minutos de acción contra los Charlotte Hornets.
Jugar de forma más veloz puede generar varias oportunidades en la cancha. Driblar hasta intentar tiros brincados para 2 puntos con marcación no sólo daba ventaja a la defensa, sino que también les daba a sus defensores rivales una razón para no comprometerse en pleno a evitar que éste se aproximara a el arco de tres puntos.
“Cuando la línea de tres puntos está abierta, él tiene que intentarlo”, dice Larrañaga. “Además de tener la disposición de hacer el tiro. Él es un encestador de elite. Pero está acostumbrado a jugar con el balón en sus manos, está acostumbrado a poner el balón (en la cancha), por eso creo que lo más importante para que él logre que le hagan faltas, es que los contrarios realmente le teman a la hora de intentar ese triple inmediatamente después de atrapar. Entonces, todas sus incursiones serán más fáciles y naturalmente podrá acercarse más a la línea”.
La frase “un nuevo comienzo” ha sido utilizada hasta el cansancio durante las dos últimas semanas en Boston. Pero, al menos hasta ahora, se aplica con perfección en el caso de Tatum.
“Ha estado estupendo”, expresó el entrenador de los Celtics Brad Stevens, agregando que el campamento de entrenamiento ha sido “hasta ahora” el mejor de Tatum. “Ha disparado. Ha incursionado. Ha sido agresivo. No duda a la hora de intentar sus triples”.
“Creo que las cosas que necesitaba mejorar habían sido bastante obvias; no obstante, hay que lograr hacer esos hábitos y eso requiere tiempo. Ha dado pasos sustanciales. Pensé que había empezado a finales del año pasado, prosiguió sus esfuerzos durante el verano y ahora lo pueden ver. (Ahora, él sabe bien), ‘Esto es lo que estamos haciendo'”.
Los Celtics son una colección de interrogantes. Kyrie Irving y Al Horford hicieron maletas. Kemba Walker acaba de llegar, al igual que varios novatos. El nivel de talento parece ser menor al mostrado hace un año, al igual que las expectativas que se tienen sobre el equipo.
Entre las muchas cosas que Boston tiene que definir, la pregunta más importante es cuál será el nivel que puede alcanzar Tatum.
Cuenta con las herramientas para convertirse en la primera opción como anotador que necesita cualquier equipo contendor. Y, tal como lo mostró con su electrizante volcada en el Juego 7 de las Finales de la Conferencia del Este contra LeBron James hace dos años, jugar en el escenario más importante del baloncesto no es algo que le abrume.
“Jayson se ha autoimpuesto una serie de expectativas porque él logro algo que muy pocos han logrado”, afirmó Stevens la semana pasada. “Se trata de haber ayudado a ganar series de playoffs”.
Actualmente, los Celtics aspiran que los cambios en el juego de Tatum le permitan hacerlo de nuevo.
“Él se convertirá en toda una estrella”, indicó Walker. “Realmente, ya lo es. Debido a la forma en la cual trabaja. Especialmente ahora, (lo puedo decir) estando a su alrededor en el campamento de entrenamientos y presenciar la forma en la cual está jugando”.
“Le irá bien, hombre. Le irá muy bien”.