El crecimiento de los Golden State Warriors ha sido estratosférico tanto desde el punto de vista deportivo como económico durante la última década. Es el resultado del gran trabajo que de puertas hacia adentro ha realizado el equipo propiedad de Joe Lacob y Peter Guber, cuyas decisiones, la gran mayoría acertadas, han provocado que su franquicia sea la segunda más valiosas de la NBA en la actualidad.
Los dueños de los Warriors han cimentado ese incuestionable éxito sustentándolo con nombres propios como los de Steve Kerr, Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala, los pilares de este ascenso meteórico desde antes incluso de que se convirtiesen en una dinastía, y que ya atesoran cuatro anillos de campeón cada uno.
En los últimos 12 años han conquistado cuatro campeonatos de la NBA (2015, 2017, 2018 y 2022), y esos éxitos se han visto reflejados también en el valor de su marca, que ha crecido casi de forma exponencial en ese camino exitoso. Los Warriors han aumentado su valor neto en este periplo de 450 millones de dólares a 5.600 millones. La gestión económica por parte de la franquicia de sus triunfos deportivos ha sido impecable.
La empresa ‘Boardroom’, propiedad de Kevin Durant, exjugador de los Warriors y parte activa de los títulos de 2017 y 2018, explicó recientemente con un gráfico simple en su página de Instagram la evolución de la franquicia de modo muy visual.
Joe Lacob, socio minoritario de Boston Celtics, y Peter Guber, presidente de la empresa Mandalay Entertainment, un grupo embarcado en el mercado multimedia (cine, televisión… y vinculado al mundo deportivo, especialmente al béisbol) compraron la franquicia en juilio de 2010 por 450 millones de dólares, superando la oferta de 315 millones del todopoderoso Larry Ellison, presidente de Oracle y sexto hombre más rico del mundo.
Seis finales y cuatro anillos en ocho años
Muchos lo consideraron entonces una locura, pero Joe Lacob y Peter Guber tenían una idea clara de lo que querían hacer con la franquicia y la ejecutaron lentamente a lo largo de los años. El resultado es que su equipo ha estado en seis finales de la NBA en las últimas ocho temporadas, conquistando cuatro anillos y multiplicando por más de diez veces el valor de la franquicia: de 450 millones a 5.600 millones. Un negocio redondo.