Todo el mundo habla de Chet Holmgren. Todo el mundo quiere ver qué pasa con Chet Holmgren, el unicornio de los unicornios, en la NBA. Un fideo inacabable que juega como un base, tira como un alero e intimida como un pívot con sus brazos inacabables. El prototipo definitivo, el jugador total para esta NBA de posiciones líquidas y juego de movilidad, perímetro y versatilidad. Pero, claro, con un cuerpo tan liviano y un peso tan bajo que nadie se fía de cómo aguantará las colisiones de las zonas en el juego profesional. O el ritmo de las extenuantes temporadas NBA. OKC Thunder le dio el 2 del draft. Su techo es de 1 especial, generacional. Su suelo… mejor no pensarlo.
Pero cuando todavía no hemos visto a Holmgren, asoma un jugador todavía más interesante. Un prototipo 2.0 de una primera versión que ni siquiera está probada. Si Holmgren mide 2.13, tiene una envergadura de 2.31 y pesa solo (ay) 88 kilos, el francés Victor Wembanyama mide 2,19, tiene una envergadura de 2,34 y pesa 104 kilos. Y va a ser si, no sucede nada muy (muy) extraño en los próximos meses, el número 1 del Draft 2023. Y no uno cualquiera. No: este es uno de esos que hacen que los equipos pierdan el juicio, que el tanking alcance niveles indecorosos. A calzón quitado.
Aquella final contra Estados Unidos en Riga
Palabra de Chet Holmgren: “Yo pensaba que era alto y que tenía los brazos largos… pero él está en otro nivel”. Tiene 20 años ahora, Wembanyama 18. El 11 de julio de 2021, uno con 19 y el otro con 17, acababan de disputar la final del Mundial Sub-19, en Riga. Estados Unidos ganó por los pelos (83-81) y terminó el torneo con el oro e invicta. Holmgren fue MVP: 11,9 puntos, 6,1 rebotes, 3,3 asistencias, ,2,7 tapones y 19,3 de valoración media en solo 21,4 minutos por noche. Era un Team USA tremendo, lo verá cualquiera que haya seguido este último draft. Además de Holmgren, estaba Jaden Ivey (pick 5). Y también Johnny Davis (pick 10) o Patrick Baldwin Jr, elegido por el campeón, Golden State Warriors, con el número 28.
Pero fue también un Team USA que pasó dificultades para parar a Wembanyama, que acabó la final eliminado por faltas. Un asunto decisivo: +7 en sus minutos en pista para Francia y una estadística final para enmarcar: 22 puntos, 8 rebotes, 8 tapones, 30 de valoración. Cerró el torneo con la plata, los ojos de todo el baloncesto estadounidense encima y 14 puntos, 7,4 rebotes, 5,7 tapones y 20,1 de valoración media en 22,5 minutos. Y en el Quinteto Ideal, claro. Con Ivey y Holmgren, llamados a filas en la NBA un año antes que él. Y con Nikola Jovic, elegido también en primera ronda del último draft (27).
Chet Holmgren vs. Victor Wembanyama from the U19 World Cup Final: pic.twitter.com/muQtJoGHwO
— Evan Sidery (@esidery) June 26, 2022
Wembanyama es más alto y más largo que Holmgren. Es muy liviano pero no por mucho y tiene una constitución más proporcionada que parece más apta, para añadir peso y músculo. También maneja la bola, crea y mete tiros por fuera. Es algo menos exterior en su instinto y algo más interior por vocación, quizá. La defensa ya está ahí, con una tremenda capacidad para intimidar.