Hansel Enmanuel Donato Domínguez tiene un sueño: jugar en la NBA. El chico dominicano de 17 años tiene una particularidad, a los seis años de edad perdió el brazo izquierdo en un accidente. Su padre, Hansel Salvador Donato, fue jugador profesional de basquetbol y era apodado ‘Kikima’.
Hansel nació en Santo Domingo, República Dominicana. Creció en el barrio Los Mina, uno de los más pobres de la ciudad, y su sueño era ser beisbolista y jugar en las Grandes Ligas. A los seis años tuvo un accidente, trepó un muro de bloques de cemento y antes de llegar a lo más alto la pared cedió debajo suyo. Algunos de aquellos bloques cayeron arriba de su brazo izquierdo. Pasó dos horas esperando ayuda y, cuando llegó al hospital, ya nada pudieron hacer por salvarle la extremidad; debieron amputarla un poco más arriba que el codo.
“Necesitaba ayuda con todo: atarme los zapatos, vestirme… –rememora–, pero Dios y el sueño de ser como mi papá me inspiraron. La discapacidad no es nada, le pasa a cualquiera. No hay que rendirse nunca”.
Kikimita, así lo apodan en referencia a su padre, perseveró y comenzó a adquirir las destrezas que otros basquetbolistas de dos brazos tiene, pero sólo con uno. Con sus videos en YouTube o Instagran era cuestión de tiempo para que algunos posaran sus ojos y pretendieran su talento en su equipo. Moises Michael Cruz, entrenador del instituto Life Christian Academy, en Kissimmee, muy cerca de Orlando, contactó con su padre y le propuso mudarse con su hijo a Estados Unidos para que estudiara en el centro y jugara en su equipo.
Brilló jugando para los Lions de la preparatoria Life Christian Academy, Florida. Desde este año, 2022, representa a Northwestern State Demons, el equipo de baloncesto masculino que representa a la Universidad Estatal de Northwestern en Natchitoches , Luisiana en la NCAA.
Con tan sólo 17 años sus videos son furor en las redes y el 19 de diciembre, asombró al mundo del basquetbol de preparatoria con su habilidad y creatividad al momento de atacar el aro para conquistar el concurso de clavadas City of Palms Classic.
El primer año de basquetbol universitario promedió 26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias por partido. Con 1,96 de altura y excelentes características técnicas, en su mente sólo alberga un sueño: jugar en la NBA junto a LeBron James y Kevin Durant, sus ídolos.
“Yo no quiero que me vean como un niño especial que tiene una discapacidad. Solo quiero que me vean como un gran jugador que va a llegar lejos al igual que muchos, porque soy un buen jugador”.